martes, 3 de febrero de 2015

Tratamiento de los trastornos del estado de ánimo en el adulto











Los tratamientos farmacológicos fueron los primeros en establecerse y son los más utilizados. Con referencias a los tratamientos psicológicos, hay tres que cuentan con suficientes estudios controlados como para poder afirmar que están bien establecidos. Son la terapia de conducta (que incluye seis variantes: programa de actividades agradables, entrenamiento en habilidades sociales, «curso para el afrontamiento de la depresión» de Lewinsohn, terapia de autocontrol, terapia de solución de problemas y terapia conductual de pareja), la terapia cognitiva de Beck y la psicoterapia interpersonal de Klerman. Estas terapias han mostrado una eficacia similar a la de los mejores tratamientos farmacológicos. Es más, el tratamiento psicológico debiera ser el tratamiento de primera opción.

Trastornos bipolares

Episodio maniaco

Un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana. Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido tres (o más) de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) y ha habido en un grado significativo: autoestima exagerada o grandiosidad; disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado tras sólo 3 horas de sueño); más hablador de lo habitual o verborreico; fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado; distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes); aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora; implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas).

Puede existir previamente un episodio depresivo mayor o producirse a continuación del episodio maniaco, según las características del paciente.

El trastorno bipolar es un trastorno crónico e incapacitante para muchas personas. Su abordaje ha sido clásicamente farmacológico (litio), aunque en los últimos años se ha demostrado que su combinación con distintos tratamientos psicológicos permite una mayor mejoría en estas personas. 

Los tratamientos utilizados son los siguientes: psicoeducación y programas para mejorar la adherencia a la medicación, terapia marital y familiar, terapia cognitiva-conductual, terapia interpersonal y del ritmo social y los tratamientos de los pacientes bipolares que tienen asociado un trastorno de abuso de sustancias. Los tres primeros tratamientos son eficaces y se pueden considerar tratamientos bien establecidos; el último de ellos puede considerarse en fase experimental por no haber suficiente evidencia de su eficacia a pesar de sus positivos iniciales resultados. Otras terapias no has mostrado su eficacia en este trastorno.

Becoña, E. y Lorenzo, M. C. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para el Trastorno bipolar. Psicothema, 3, 511-522